Conociendo mejor las cianobacterias
Actualizado: 18 jun 2021

La semana pasada y los días que van de esta, coincidencia o no, me ha llamado poderosamente la atención la buena cantidad de consultas sobre cianobacterias que me han llegado y ello me ha motivado a presentarles esta corta nota como complemento del video que tengo sobre este tema en el Canal de YouTube y donde abordo con mayor profundidad el tema. Por si no han visto el video se los comparto al final y creo que esta nota será una buena guía para entenderlo mejor.
Sin duda el tema de las plagas o algas indeseables siempre será un tema de conversación y encontraremos en los foros y grupos diferentes abordajes para resolver los inconvenientes, unos con buen fundamento, otros anecdóticos y algunos erróneos o contradictorios, pero siempre dados de buena fe por una comunidad que quiere apoyarse. Espero con esta nota contribuir al mejor entendimiento y buenas prácticas respecto del manejo de las cianobacterias.
Aunque ya lo sabemos, pero para no pecar de confiado, debo recordar para el correcto abordaje y entendimiento que las cianobacterias no son un alga, aunque por costumbre nos refiramos a ellas como tales.
Este organismo que tiene la capacidad de realizar fotosíntesis (uso de luz, agua y CO2 para producir su energía) no es una alga, es una bacteria y por tanto las recomendaciones para resolver el problema de estas a base de tratamientos para algas no tendrá un buen puerto.
Ahora, ¿por qué algunos métodos de control funcionan y otros no?
Ello se debe a que no tratamos con un único tipo de cianobacterias; existen al menos 2000 especies diferentes y respecto de las marinas se pueden contar unas 250 donde las del género más abundantes son la Anabaena (de reproducción asexual y autótrofa), la Nodularia (una cianobacteria filamentosa, ¡sí tipo pelo que se puede confundir con dinos! y que fija nitrógeno y tiene cianotoxinas), la Oscillatoriales (otra ciano filamentosa), la Merismopediacea (una ciano verde azulada, de reproducción asexual), la Microcoleus y así sucesivamente hasta llegar a aquellos 250 géneros que a su vez incluyen diferentes especies.

Tan amplia variedad implica diferentes resistencias y habilidades para sobrevivir. Adicionalmente a ello debemos sumarle una altísima variabilidad y disposición a mutar dentro de la especie y por ello la clasificación taxonómica a base de la secuenciación biológica molecular está en constante cambio.
En resumen, su amplia variabilidad le permite a las cianobacterias adaptarse de forma rápida y adecuada a su hábitat. Ahora a lo anterior súmele que cada acuario tiene condiciones microbiológicas muy diferentes por lo que la experiencia de un acuarista no siempre será reproducida a otro acuario. Para un acuarista puede representar un pequeño brote, pero para otro densos mantos. Para un acuarista no ser un problema y para otro un dolor de cabeza pues las cianos SIEMPRE estarán latentes en un acuario, pero en uno puede ser un problema y en otro no.
Como he apuntado en mi video del acuario maduro (puedes verlo AQUÍ ) y cuyo capítulo final será este sábado, existe mucha diferencia entre un acuario joven y uno maduro, e incluso, diría yo, entre uno maduro y otro maduro bien administrado. Entre todos estos existe un microcosmos más diverso y abundante o menos diverso y abundante. En la medida que este sea más diverso, abundante y en equilibrio, como se explica en estos videos que les invito a ver, cada organismo cumple un rol y cuando se pierde ese equilibrio, o no se ha alcanzado el mismo, como sucede en el acuario joven o recién ciclado, surgen perturbaciones en el ecosistema que pueden provocar aumentos repentinos de biomasas: dinos, algas de pelo, diatomeas, cianos, etc.
Cuando las cianos se salen de control porque se pierde el equilibrio, o no se ha alcanzado como en el acuario joven, se reproducen a gran escala y por otro lado estas bacterias se mantienen unidas formando los mantos por medio de hilos de azúcar y proteínas y por ello es por lo que vemos esos mantos que cubren el sustrato, las rocas o ahogan los corales y recuerden, algunas de ellas pueden producir cianotoxinas.
Por lo anterior, las cianobacterias no son solo un problema estético, sino que asfixian otros organismos (que dan la biodiversidad) que viven en las rocas y sustratos (no solo corales) y liberan fuertes toxinas, la cianotoxina.

Comprendido el enemigo con el que batallamos ¿cuáles son las opciones de control?
Lo primero es reiterar que no existe una única receta, por ello es que a algunos acuaristas les servirá una cosa y a otros puede que no, por lo que la prueba y error estará presente en su combate.
Mantener y lograr un microcosmo diverso, robusto y amplio que nos lleve un equilibrio y una amplia red trófica es la principal arma de combate por lo que cualquier acción que usemos para combatir las cianobacterias y que a su vez deteriore ese equilibrio o aumente el desequilibrio existente no solo no resuelve el problema, sino que lo puede aumentar, por lo que abordar las medidas correctiva con CALMA Y PACIENCIA, virtudes obligadas del acuarista, es muy importante.
La prevención, como conocemos en la mejor medicina, por tanto, las buenas prácticas que emprendamos para fomentar ese microcosmo más robusto es el principal paso para evitar la propagación de la ciano y su salida de control.
Aspirar los parches del sustrato o rocas apenas se vean será un segundo paso.
Debemos evitar el camino fácil de los antibióticos que no solo impactan el microcosmo de microbios que he referido, sino que dada la mutación de la cianobacterias estamos creando variantes más resistentes.
Dentro de la prevención no puede quedar fuera el control de nutrientes y evitar la sedimentación de estos en puntos muertos. Como explico en los videos del acuario maduro, particularmente en la primer entrega, una sobre oferta de nutrientes, sea de compuestos nitrogenados y fósforo debe evitarse (las cianos pueden almacenar fosfatos para su posterior uso o usar incluso el fosfato inorgánico).
Esta sobre oferta de nutrientes en el ecosistema son la principal causa para aumentos explosivos de cualquier biomasa indeseable. No es que ello sea un fenómeno propio de nuestros acuarios, lo mismo sucede en la naturaleza y causa por ejemplo las situaciones de marea roja.
Pero como dije, el exceso de oferta en nutrientes (fosfatos y compuestos nitrogenados: amonio, amoniaco, nitritos, nitratos, urea, aminoácidos) es la principal causa en nuestros acuarios, pero no la única.
La ciano puede surgir incluso con un desbalance, con un rompimiento del equilibrio de nitrógeno y fósforo y no solo por un exceso de oferta, así como por situaciones que involucran el carbono orgánico e inorgánico como señalaré adelante.
Consideraciones personales:
Primero, cada día me convenzo más que la causa decisiva para el establecimiento de problemas recurrentes de cianobacterias y otros problemas (como los dinoflagelados y algas tapetantes o de pelo) es la falta de competencia de otros microorganismos que se traducen en competencia por los nutrientes y en este sentido el uso de bacterias desde las del ciclo del nitrógeno, de las que se alimentan de limos, las púrpuras no sulfurosas, de fitoplancton y zooplancton vivo, de organismos detritívoros, del equipo de limpieza, hacen diferencia si los promovemos o no.