Microburbujas en el acuario
Actualizado: 21 ene 2022

Las microburbujas estéticamente no son agradables en la columna de agua para muchos acuaristas, fuera que su presencia puede estresar los corales y peces o causar salpicaduras de sal en los cristales, piso y equipos. Estas microburbujas principalmente se generan por nuestros skimmer, por la caída del agua al sump o por la cavitación, pero que tal si las cambiamos por nanoburbujas y las usamos en nuestro beneficio.
Las Nanoburbujas
El uso de nanoburbujas se utilizó por primera vez en Japón en la bahía de Kusuura que estaba altamente contaminada a inicios de los primeros años del dos mil. Su aplicación ha permitido la recuperación de vida marina de la bahía en cantidad y diversidad y a partir de ahí ha sido incorporada en la acuacultura, principalmente en las granjas de peces para consumo con altas densidades de población por corral.
Tratándose de nuestro pasatiempo el tema no es tan nuevo e incluso se ha estudiado su uso como recurso para salvar los arrecifes coralinos. Personalmente comencé a usar las nanoburbujas poco antes del 25 de marzo de 2016, ya que revisando, en esa fecha compartía mis primeras experiencias en el WhatsApp de la Asociación Costarricense de Acuariofilia Marina y desde entonces he mantenido su uso sin detrimento alguno para mis organismos, así que con cinco años de experiencia creo que les puedo compartir algunos aportes de mi vivencia que no necesariamente podrían ser la que vivan ustedes.
Mi primer acercamiento al tema en el 2016 fue por la información y técnica compartida por Elegant Corals en su Facebook. Para los que no conocen Elegant Corals esta es una tienda fundada por dos grandes acuaristas sumamente reconocidos en los Estados Unidos, Cruz Arias y Julian Hechavarria.

También, por cosas del destino, en ese año me encontré con una interesante nota de la Universidad de Stanford y que establecía como las nanoburbujas podían proteger los arrecifes coralinos.
La nota de la Universidad de Stanford, así como lo señalado por Cruz Arias apuntaban que al inyectar nanoburbujas al agua se podría ayudar a exportar el dióxido de carbono en los entornos marinos y transferirlo a la atmosfera dada la acidificación del agua que viven los océanos y por supuesto, en nuestros acuarios con la presencia del CO2.
Como apunta la nota de la Universidad de Stanford esta técnica “podría ofrecer una solución relativamente barata a una de las mayores amenazas a las que se enfrentan los arrecifes de coral en la actualidad. Se calcula que entre el 30 y el 60 por ciento de los arrecifes de coral han muerto desde la Revolución Industrial, ya que los océanos absorben más CO2 y se vuelven cada vez más ácidos. La acidificación de los océanos perjudica a diversos organismos marinos, pero especialmente a los que utilizan el carbonato cálcico para armar sus esqueletos y conchas, como el coral, los mejillones y las ostras”.
Señalan los investigadores que inyectar las nanoburbujas “a través del agua de mar durante unas horas a primera hora de la mañana puede aumentar la tasa de transferencia de CO2 entre el océano y el aire hasta 30 veces más rápido que los procesos naturales, lo que resulta en una reducción significativa de las concentraciones marinas locales del gas de efecto invernadero.”

Teniendo claro, allá por el 2016, que el uso de este recurso no era una locura y que el propio océano hace uso de este recurso cuando las olas rompen decidí darle una oportunidad y a la fecha sigue siendo un recurso presente en mi acuario.
Claro, pasé por una curva de aprendizaje y cometí mis errores, la primera vez que lo puse a funcionar no logré tomar la talla correcta de las burbujas e ingresé a mi acuario burbujas más grandes que las nano y quemé por oxidación una montipora capricornis que por ser plato acumuló muchas burbujas por debajo de su tejido y también mis peces se estresaron e incluso por dicho estrés viví un episodio corto de ich.
Resuelto el inconveniente del ich y aprendido el error unas semanas siguientes volví a intentarlo y pude observar sus beneficios.
Antes de compartir mi experiencia a mayor detalle estoy seguro de que muchos ya se preguntan qué es ingresar o inyectar nanoburbujas.
Las nanoburbujas son burbujas sumamente pequeñas, finas, que andan con un diámetro de 1 a 50 micras y por este tamaño no flotan hacia la superficie, como lo hacen las burbujas que conocemos, y el reto aplicando esta técnica es producir ese tipo de nanoburbujas y hacerlo en cantidad adecuada por lo que, como veremos adelante el difusor de madera a usar y los PSI que inyecte la bomba de aire son de importancia.
Al no flotar hacia la superficie estas nanoburbujas quedan navegando por un buen tiempo en la columna de agua antes de disolverse y por su carga eléctrica negativa actúan, por así decirlo, como un gran skimmer en el acuario por lo que las proteínas y otros compuestos orgánicos, como los detritos, se adhieren y son llevados a la superficie y luego por el movimiento del agua al rebosadero.
En buena teoría, si esta técnica la aplicamos por varias horas al acuario, en mi caso lo hago de once pm hasta seis de la mañana, se logra que las nanoburbujas alcancen el sustrato y las rocas y se pueda exportar el detrito. Conforme lo propone Cruz Arias ello también permite que lleguen a la cianobacterias, algas indeseables e incluso dinoflagelados permitiendo su combate. Personalmente no tengo criterio para confirmar o no esos resultados pero como podrán revisar en el Facebook de Elegant Corals ahí se propone un régimen de nanoburbujas junto con otros productos para tratar los dinos.
Esta imagen que les muestro corresponde al ORP de mi acuario, de ayer en la noche al momento en que les preparaba esta nota. Como observan es un buen valor de ORP alcanzado sin el uso de ozono, tan solo con filtración biológica-mecánica para exportar desechos y el uso de esta técnica.

También, y lo digo por la observación que he tenido, durante este tiempo, estas nanoburbujas hacen que el coral excrete más mucosidad, como hacerse un "peeling facial", y con ello, en buena teoría, mejora la salud del coral ya que se eliminan desechos y patógenos más fácilmente.
Por lo que ya les he explicado, y algunos ya habrán intuido, la preocupación en la implementación de la técnica no solo debe radicar en inyectar burbujas del tamaño y cantidad correcta, sino, como dice un principio de los profesionales en informática, si basura entra, basura sale, es decir, si la habitación de donde tenemos el acuario y se toma el aire es cerrada, con pobre ventilación, con deteriorada calidad de aire con mayor presencia de CO2, pues eso también es lo que le estaremos inyectando al acuario y lejos de mejorar un pH lo vamos a afectar y de ahí todo lo que se deriva.